martes, 14 de septiembre de 2010

No es más feliz el que más tiene...


Es algo de lo que estoy cada vez más segura. Nuna he sido materialista en exceso, pero sí le he dado a las cosas más importancia de la que tienen, llegando a pensar que hay cosas sin las que es imposible vivir.

No sé que es lo que me ha hecho cambiar de idea, o ver las cosas de otra manera. Hay quien dice que la maternidad influye mucho, y es cierto que ayuda a que prescindas voluntariamente de muchas cosas en favor de tu hijo; puede ser que el hecho de trabajar de lunes a sábado y tener muy poco tiempo libre ayude a valorar otras cosas porque ¿de qué vale un armario lleno de ropa nueva, bolsos, zapatos y demás, si no tengo tiempo para ponérmelos?; también puede influir el trabajar en un comercio y ver que la gente se gasta dinero que muchas veces no tienen, entrampándose hasta las cejas, en cosas que no son imprescindibles; o no se, podría haber mil teorías más...

El caso es que, a pesar de que anhelo muchas cosas, no puedo negar que me gusta mi vida, soy feliz con lo que tengo, y hace ya tiempo que veo que hay muchas cosas que por mucho que se tengan no van a hacer que mi vida sea mejor.

Podría trabajar más horas, en mi trabajo diario o en mi extra, ganar más dinero y poder permitirme ciertos lujos como una tele mejor, un bolso de marca y yo que se... pero ahora mismo para mí es un lujo disponer de tiempo para ver crecer a mi hijo, disfrutar de mi pequeña familia, eso no se compra con dinero, y desde luego, prefiero tener un poco menos de dinero al mes y más tiempo para vivir mi vida. Podría decir que trabajando menos horas y cobrando menos, al final, lo que estoy es comprando tiempo... o mejor dicho, estoy invirtiendo en tiempo, porque la rentabilidad que le saco a estas pocas horas de más de las que dispongo al día de verdad que vale la pena.

Además, últimamente me encuentro con varias situaciones en las que comprendo que quien ha tenido la fortuna de que le hayan dado todo le ha valido para que cada vez se conforme menos con lo que tiene y exija más. No voy a poner ejemplos porque quedaría feo pero, aunque no digo que me hubiera gustado haber tenido esa oportunidad... pero cierto es que el hecho de haber crecido viendo que la mayoría de la gente tenía más que yo, y tener que buscarme la vida y currar mucho para obtener las cosas por mí misma al final me han servido para valorar las cosas de otra manera.

Para verlas como son... tengo trabajo aunque no gane millones, tengo un hogar aunque no sea una mansIón, tengo una familia recién formada que es maravillosa y que eso sí que no se compra con dinero. Me siento muy afortunada por ello y por eso sé que tener la mejor tele, el mejor móvil, el mejor coche o la mejor casa no es lo mejor, porque si me dieran a elegir tener un montón de "mejores cosas" en lugar de mi pequeña familia y mi vida sencilla, la decisión sería muy sencilla: ME QUEDO CON LO QUE TENGO.

2 comentarios:

Conxi dijo...

Completamente de acuerdo. Hay personas que viven por encima de sus posiblidades, estiran más el brazo que la manga y luego se lamentan por no pasar más tiempo con sus hijos. Es una cuestión de prioridades.

Ness dijo...

¡¡Sé feliz!! Pq en el fondo es lo único que importa!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...