Los efectos secundarios de CREPÚSCULO

Alguien debería avisar, así como los prospectos de los medicamentos, de los posibles efectos secundarios de la lectura de esta saga. No se si dichos efectos se producen de igual manera entre hombres y mujeres, aunque entiendo que el público femenino es mayoritario... de igual manera no se si crea el mismo efecto en adolescentes que en treitaañeros, como es mi caso.
La cuestión es que esta saga produce efectos secundarios; o eso, o yo me estoy volviendo loca, que también puede ser.

Obsesión automovilística: Vamos a ver, ¿quién no se imagina a Edward Cullen al volante al cruzarse con un Volvo S60 por la calle? Ajá, ¿a que antes no te parabas a ver qué clase de Volvo es con el que has cruzado? ¿y es casualidad que ahora anuncien el dichoso coche en todas las cadenas de televisión?¿ o soy yo que estoy obsesionada con el volvamos a decir dichoso coche?

Adolescencia treintañera: Ahora tengo tema de conversación para rato con mi sobrina de 13 años, hablamos de lo bueno que está Edward, aunque creo que a ella le va más Jacob (a mí es que siempre me han gustado maduritos), de la historia, de qué es lo que nos ha gustado más (aquí yo me reservo mi opinión porque creo que ella y yo no vemos la historia de la misma manera, cuestión de edad jajaja). Y lo mejor es que ahora un buen plan sería quedarme con ella sola un fin de semana y empacharnos de CREPÚSCULO hasta las cejas.

Distracción en el entorno laboral: A ver, estoy tranquilamente en el trabajo, con mis tareas de inventario, pero pensando en el libro, en escenas, historas y demás... cuando te has leído la saga completa en apenas dos semanas es normal que se te venga cada dos por tres a la cabeza. Venga, imaginemos la situación, yo haciendo mi listado de inventario "batidora Taurus Bapi 600w, batidora Braun Bologneses, ¿se le pasará a Bella la depresión y se liará con Jacob?" y de repente doy un respingo porque escucho una canción en el hilo musical "no puede ser, ¿esta canción es de la peli CREPÚSCULO?" y me voy corriendo a comprobarlo en el reproductor del hilo musical. Mal hecho. Me distraigo en el trabajo pensando en una novela romántica juvenil y me interesa más comprobar que la canción es de la banda sonora de la peli. Vale, me estoy volviendo majara.
Seguimos en el trabajo, esta vez descargando mercancía, y me hago un corte en un dedo con un cartón, ¿qué se me viene a la mente? pues me imagino rodada de vampiros "ávidos de sangre" mirándome con cara de hincarme el diente. Me miro el dedo, recuerdo la escena del libro y me parto de risa allí solita, en el pasillo. Creo que la cosa empeora.

Alucinaciones vampíricas: Un día te sorprendes analizando los pros y los contras de volverte vampira. Lo primero que pienso, ¿qué podría hacer con tanto tiempo disponible? ¿me aburriría o le sacaría partido? ¿sería capaz de hacer vida humana normal? ¿de verdad me daría asco un buen plato de huevos fritos con patatas? pero lo realmente interesante, ¿por qué me estoy haciendo este tipo de preguntas? la respuesta es clara, porque estoy como una chota.

Comparaciones odiosas: Una consecuencia claramente negativa de la lectura de esta saga. Me acuesto y decido leer un poquito antes de dormir, y me tiro páginas y páginas leyendo lo mucho que se quieren Edward y Bella, lo tremendamente guapo, alto, musculoso, bueno, cariñoso, sensible, detallista, romántico, delicado, cuidadoso y un largo etc de cualidades que tiene Edward, y de repente cierro el libro para acostarme, me doy media vuelta en la cama y escucho a mi marido roncar, y lo mismo hasta tirarse un pedo. Lo mismito, claro... ¿quién me manda a mí leer estas cosas? pero luego pienso que para ser humano no está mal, y me consuelo convencéndome de que lo demás es ficción. De verdad.

Transtorno del apetito sexual: Esta misma lectura puede producir una consecuencia muy positiva... yo resumiría la relación de Edward y Bella, por lo menos hasta el final de Eclipse, como el título de una película española que por cierto no he visto, "Tensión sexual no resuelta". Y es que no puede ser que se tiren 3 novelas, más de 1500 páginas con besos, caricias, que si hiperventilo, que si la electricidad, que si te desabrocho la camisa para al final quedarse con las ganas... si yo fuera Bella le habría soltado que mejor morir a quedarme con ese calentón... ¿la consecuencia positiva? mira, dejadlo, que ya lo acabo yo por vosotros. Y ahí es la parte en la que mi marido se alegra de que yo me esté leyendo esta saga y mis hormonas se revolucionen como las de una niña de 15 años.

Ya se me ocurrirá algo más... lo cierto es que esta saga, que si bien no es el culmen de la literatura, me ha entretenido muchísimo, me ha recordado lo que es ser adolescente, que a veces no viene mal, y bueno, seguro que en el futuro diré "uff, Crepúsculo, ¡qué coñazo!" pero ahora mismo es mi librito de "mesa de noche".